A principios de los 2000’s, la música tenía un rumbo grosero
y llegó una banda que, si bien no traían una propuesta nueva, le dio un respiro
a la música, y después de 3 albums, se tiraron a la verga su propuesta
se tornó cómoda y vulgar. Pero esos primeros discos le dieron un nuevo rumbo a
la música, en general.
Hoy, casi 15 años después, el sonido está saturado de
tranquilidad, de sintetizadores; el internet abusa de su omnipresencia y al
arte lo hace desechable. Pero no todos siguen estas corrientes subderivadas de
la web -como el sea punk- y los daneses volvieron a pegar duro.
Hace más de una década, la música necesitaba un respiro
tranquilo; hoy lo que necesita, es una inyección de agresividad, y
Iceage lo logró. Los daneses no llegaron para quedarse, llegaron a imponer.
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